El Bachillerato llegará a los colegios diocesanos de Sevilla el próximo curso
El Bachillerato llega a los colegios diocesanos de Sevilla. A partir del próximo curso se podrá estudiar esta etapa posobligatoria en el centro que la Fundación Victoria Díez tiene en el barrio de San Bernardo de la capital andaluza. Se ofertará en dos modalidades: la de Ciencias y la de Humanidades. Comenzará siendo privado, aunque la intención es que se integre en la oferta pública como concertado a medio plazo.
Hasta ahora, los alumnos que acababan la enseñanza obligatoria en estos colegios tenían que buscar otros centros para estudiar el Bachillerato. Ante tal circunstancia, el patronato que gestiona dicha fundación llevaba tiempo sopesando la idea de ofertar esta etapa, de manera que los estudiantes pudieran salir de sus colegios ya preparados para la universidad.
Al proyecto se le ha ido dando forma los últimos años, con el fin de obtener el visto bueno de la Consejería de Educación y Deporte. El último trámite lo superó el pasado 10 de marzo, cuando el patronato de la Fundación Diocesana de Enseñanza Victoria Díez -perteneciente al Arzobispado de Sevilla- aprobó su puesta en marcha para el próximo curso, en el que pasará a integrarse en la oferta académica del Colegio San Bernardo.
Más de 300.000 euros
Para hacerlo posible, este centro -que fue construido a mediados de la década de los 60 del pasado siglo- ha sido sometido a una importante reforma en la que se han invertido más de 300.000 euros. En palabras del director del colegio, Antonio Macías, «se han aprovechado espacios que estaban sin usar que también pertenecían a esta escuela». Uno de los impedimentos para darle una correcta utilización era resolver los problemas de accesibilidad que padecían hasta entonces, que ya han desaparecido.
Las nuevas dependencias servirán para acoger a los alumnos que, a partir de septiembre, quieran estudiar el Bachillerato en este centro diocesano. Para ellos se han ofertado dos modalidades. La de Ciencias y la de Humanidades y Cïencias Sociales, «las que más demandan tienen», refiere el director del San Bernardo. Cada una dispondrá de una unidad que arrancará en primero. Al siguiente curso serán ya cuatro aulas de esta enseñanza posobligatoria las que posea el colegio (dos de primero y otras dos de segundo).
Por ahora no se ha fijado un número concreto de plazas, más allá del que establece la normativa como máximo para esta enseñanza (35 alumnos por aula). Todo dependerá de las solicitudes que presenten los estudiantes para matricularse en dicha etapa durante el periodo de escolarización, que permanecerá abierto hasta finales de junio. La primera intención de la fundación fue que el Bachillerato, como ocurre con el resto de etapas de sus centros, fuera concertado, pero las limitaciones establecidas por la Consejería de Educación lo han hecho inviable, pese a reunir todos los requisitos. No obstante, el patronato confía en que en los siguientes cursos pueda integrarse en la oferta pública de la Junta.
Una entrevista previa
Mientras eso sucede, el Bachillerato en el Colegio San Bernardo será privado. La mensualidad cuesta 290 euros (diez durante el curso), a lo que se añade el pago inicial de matrícula por 250 euros. Antes de que el alumno se incorpore será preceptiva una entrevista tanto con la familia como con el estudiante.
Otro proyecto en el que trabaja esta fundación es en el de incorporar una FP de grado superior en Educación Infantil. Por ahora, sus centros desarrollan ciclos formativos de grado medio, como el que se imparte en el Colegio San Bernardo sobre Gestión Administrativa, que está concertado. En este centro, además, está integrada la Escuela Infantil Virgen del Refugio, para niños de 16 meses a tres años.
La red de colegios diocesanos la conforman diez centros. De ellos, dos están en Écija, uno en Los Palacios y siete en la capital. A éstos últimos acuden 1.600 estudiantes. La fundación a la que pertenecen fue creada en 1995 por el cardenal Carlos Amigo Vallejo, por aquel entonces arzobispo de Sevilla. Se daba cobertura, así, a las escuelas parroquiales que se desarrollaron en la década de los 40, al quedar desmantelada tras la guerra civil el sistema de enseñanza público. También acogen colegios que han estado hasta hace poco en manos de órdenes religiosas y que ahora los gestiona el mencionado patronato. En ellos trabajan unos 200 docentes.